domingo, 24 de octubre de 2010

but life goes on

+en resumen, que le quiero
- Pues yo no sé ni por donde empezar. Nuestra relación era como una noria constante, un día nos dábamos la mano y al día siguiente la espalda. Las tardes a su lado eran inombrables, no sabría como explicar lo que sentía el tenerle a mi lado dándole una calada al cigarro mientras me cogía de la puta cintura. Dudo mucho que alguien entienda lo que sentía cuando me decía que sólo quería conmigo y yo ahí con cara de estúpida que se me caía una lágrima pero el apollado en mi tripa no me veía. Es la primera y espero que última vez que admita que cuando escuchaba una de sus canciones notaba algo en la tripa que me destrozaba, sobre todo la canción que sonaba cuando estábamos bajo a lluvia como tontos. No soporto recordar cuando le cogía con las manos los mofletes y le ponía caras raras mientras me decía que me estuviese quieta. Tampoco se me va a olvidar nunca las mariposas que sentía en la tripa cuando cruzaba la esquina pensando que iba a estar ahí, ni cuando me enfadaba y me ponía morritos para que le diera un beso. Dudo que alguien me vuelva a dar uno de ésos abrazos que casi te dejan sin respiración.
¿algún aspecto negativo? puf, no sabéis cuantos, pero me daba exactamente igual, le quería apesar del daño hecho por causa de los insultos, apesar de sus mil defectos, le quería con todos y cada uno de ellos. Pero bueno, supongo que él me recordará como (aunque me mate pensarlo os lo voy a decir) la pesada de turno que se preocupaba por él, como la puta inmadura, como la paranoica y la sicópata... ¿el resumen? prefiero dejarlo en blanco

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